Potaje de Berros

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Canarias es un paraíso bastante desconocido para los peninsulares, yo cuando llegué hace 17 años, también pensaba que era un plan playero. Fue entrar en los bosques mágicos de Laurisilva y saber que había un tesoro escondido, solo apto para quienes saben apreciar el pantone verde en todas sus variantes.

Descubrí en Tenerife que mi plato favorito del mundo es el Potaje de Berros, tal es mi obsesión que fue uno de los platos de mi boda canaria. Gustó.

Pero un verano, nos fuimos a La Gomera, paraíso para pateadores, hippies progresivos y Ángelas Merkels. Y allí arriba, en el Camping La Vista, estaba el padre de todos los potajes de berros, verdito bendito, trituradito con su gofio y acostadito en un plato de madera. Hay que probarlo para comprobarlo.

Después de dejarlo deslizar por tus intestinos ya tallos, puedes girarte al sol y rascarte el dedo o la barriga, y no preocuparte por nada más que por quedarte dormido bajo la sombra de un Laurus novocanariensis, Laurel.

Voy a transformar el Laurel Rojo, logo de la Escuela Literaria, obra de mi loco amigo, el pintor Juan Pedro Ayala, fallecido el año pasado, con pena y sin gloria, en verde, porque el rojo pasión que nos llevó a arder en ganas de hacerlo todo se ha ido, se murió el rojo, y me brota un montón el verde, será de tanto berro, de tanto berrinche o de haber aprendido a respirar gracias al yoga.

Brotará otra Escuela Literaria con aire fresco.
Todo tiene que renacer, lo demás es pocharse.

Lo primero serán los Jóvenes Escritores, descubrir talento literario es como plantar semillas, y hay tierra fértil de sobra para todos y todas los brotes verdes que ya asoman. Gracias alumnado del Curso de Verano por la fotosíntesis, sin sintaxis ;-)

http://lagomera.travel/2018/10/descubriendo-los-arboles-y-arbustos-de-la-laurisilva-de-la-gomera/





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